Publicado originalmente en el Programa de Fiestas/Anuario «Pascuamayo – 2024». Esta versión ha sido revisada y contiene correcciones de erratas y estilo.
Duermen en algunos cajones, arquillas y baúles imágenes insólitas de un tiempo pasado. Imágenes de recuerdos vivos, hoy yacentes y macilentos. Y pronto… pronto quizá meras representaciones cada vez más anónimas, indefinidas y sin contexto. Sólo papel y química evanescente. En su día fueron sustento del recuerdo, o el mismo recuerdo en sí. Hoy este recuerdo se antoja velado, cuando no perdido.
Seguramente a pocos de nuestros lectores les diga algo el nombre de Ramón Raja. En el improbable caso de que este nombre les resulte conocido, lo más seguro es que atesoren entre sus recuerdos familiares alguna o varias fotografías tomadas por este autor.
Su figura, prácticamente anónima, se desvanece al igual que las imágenes a la albúmina. Es muy difícil recabar siquiera unas pinceladas biográficas sobre Raja. En ninguna de las publicaciones sobre historia de la fotografía ni en los estudios sobre fotógrafos centrados en Almería y Jaén que hemos valorado pertinente consultar, aparece apenas información sobre su figura. Tan sólo algunos datos, mezclados con información errónea que nos hacen dudar de su fiabilidad.
En la publicación “Memoria en Sepia, la Historia de la Fotografía Jiennense Desde Los Orígenes hasta 1920”, editada en 2001 por el IEG, aparece reseñado lo siguiente:
Así en Santisteban del Puerto, por ejemplo, se esperaba con impaciencia la puntual llegada anual del fotógrafo Ramón Raja, que paraba en la fonda de las Carnicerías. Ramón era almeriense, con estudio abierto en la localidad de Berja desde 1905. Debía recorrer buena parte de nuestra provincia, pues también lo hemos documentado fehacientemente desde principios de siglo en Huelma. Cuando hace escasos años se derribó el viejo edificio de aquella fonda santistebeña, las excavadoras acabaron con miles de negativos de cristal y copias fotográficas en papel que al parecer existían abandonados en una cámara; a nuestro entender se trataría del archivo comarcal de trabajo de Ramón Raja. Igualmente hemos podido verificar que este profesional visitaba en sus ambulancias Cabra del Santo Cristo, lugar de donde procede la imagen que figura algo más abajo, tomada hacia 1912, en la que aparece una niña, casi con plena seguridad nieta del doctor Arturo Cerdá y Rico, ilustre fotógrafo aficionado al que dedicaremos unas páginas en el presente estudio.
De esta reseña ya nos chocan algunos detalles, como la fonda llamada “de las Carnicerías”, no teniendo constancia de ninguna fonda con ese nombre en nuestro pueblo. Sí que es cierto que el fotógrafo recorrió parte de nuestra provincia, como veremos más adelante. Sobre el derribo de la fonda y la destrucción de su archivo tampoco hemos podido recabar ni contrastar ninguna información.
En este libro, más adelante se apunta erróneamente que el nombre completo es Ramón Raja Barrientos, afirmando que utiliza los sellos de “Ramón Raja” así como “Barrientos & Cía.”, cosa realmente inverosímil ya que su segundo apellido era Guerrero y no Barrientos.
Por otra parte, en el libro “Fotógrafos, Artistas y Empresarios: Una historia de los Retratistas Almerienses (1839-1939)” publicado por la Universidad de Almería, se indica:
Rafael Raja Guerrero, primero estuvo instalado en Villacarrillo, provincia de Jaén. En Berja (11.414 habs.) permaneció durante los años 30 donde tenía un taller con el que atendía también la clientela de la Alpujarra granadina y otras poblaciones de la provincia de Granada (f. 521). Troquela sus fotos indicando que han sido hechas en Villacarrillo, Berja o Granada.
Una vez más, la información es errónea. Se le nombra incorrectamente como Rafael, y antepone en el tiempo sus trabajos en Villacarrillo a los de Berja, cuando realmente todo apunta a que es en esta localidad almeriense donde Raja comienza a ejercer de fotógrafo en la década de 1910, pues así lo atestiguan numerosas evidencias fotográficas.
Hasta aquí todo lo que hemos podido recabar en la bibliografía especializada sobre fotógrafos de la época.
Por suerte, gracias al sencillo testimonio de mi recordada y querida abuela Isabel y a sus fotos de juventud, comencé unas indagaciones que me han llevado a conocer algunos datos adicionales, de los que quiero compartir aquí los más relevantes.
Ramón Raja fue un fotógrafo itinerante que, desde sus inicios en la década de 1910, con 26 años (o puede que antes) y hasta el final de su vida tuvo actividad en muchos lugares de las provincias de Granada, Almería y Jaén.
Raja fue, durante al menos 3 lustros, el fotógrafo por excelencia de Santisteban del Puerto. Podemos considerarlo sin miedo a equivocarnos, el primer fotógrafo estable en el tiempo en nuestro pueblo, donde se encargó de retratar a numerosas personas, así como inmortalizar recuerdos de grupos y escenas tradicionales, como la Mayordomía y otros eventos sociales. Tenemos testimonios fotográficos de que ya en el año 1931 prestaba sus servicios en Santisteban (puede que incluso antes), y lo hizo hasta su fallecimiento en 1947.
Ramón Raja nace en julio de 1884 en Albuñol, provincia de Granada. Es hijo de María del Carmen Guerrero, de Granada, y de Ramón Raja Martínez, natural también Albuñol.
Su padre, con estudios en derecho, desempeña cargos en distintos ayuntamientos de la provincia, siendo en 1897 secretario del Ayuntamiento de Padul, y posteriormente agente ejecutivo destinado a la recaudación y apremio de impuestos en varios municipios. Suponemos que la familia se establece en Granada capital. Allí, en 1909, Ramón Raja inicia su compromiso con Rosa Rivas Jiménez, con quien posteriormente contraerá matrimonio. Rosa Rivas pertenece a una familia acomodada, procedente posiblemente de la Alpujarra, y quizá emparentada con el pintor Juan Rivas Ortiz y el político Natalio Rivas Santiago.
Si bien existen fotografías con el sello “R. Raja – Granada”, pensamos que no ejerció como fotógrafo en la ciudad de la Alhambra, o al menos no hemos encontrado ningún dato que lo refrende. Parece tratarse más bien de una firma genérica.
Es en la Alpujarra donde Raja desarrolla gran parte de su actividad como fotógrafo en una primera etapa, posiblemente compaginada con otras ocupaciones, como comerciante, cosa frecuente en muchos retratistas de la época. Y lo hace desde su establecimiento en Berja (Almería) con estudio fotográfico y con un sello propio para este lugar. Es desde allí desde donde atenderá la demanda de los pueblos más cercanos.
Además de los trabajos de estudio para particulares, hay imágenes por él tomadas que aparecen en prensa y revistas de la época, así como en alguna publicación académica. No son abundantes, pero sí nos corroboran su vocación profesional a la fotografía y la calidad de su trabajo.
Podemos afirmar que, durante prácticamente toda la década de 1910, Raja ejerce como fotógrafo en Berja y alrededores. Creemos que es en la década de 1920 cuando comienza su actividad por distintos pueblos de la provincia de Jaén.
Los sellos que emplea suelen despistar, pues reutiliza tanto “R. Raja – Berja” como “R. Raja – Granada” en muchos lugares. Además de las evidencias fotográficas que existen de su paso por los pueblos de Jaén, aunque difíciles de datar con precisión, es esa reutilización del sello lo que nos refuerza la idea de que Raja abandonó (o quizá sólo disminuyó) sus trabajos fotográficos en la Alpujarra granadina y almeriense para centrarse en la parte oriental de la provincia de Jaén, aprovechando todo el material de su estudio en Berja, incluido el sello o troquel con el que marcaba sus creaciones.
Pensamos además que esto coincide con un nuevo cambio de domicilio, en sentido inverso, desde Berja a Granada capital o su entorno. Al fin y al cabo, en Santisteban lo recordaban como procedente de Granada —así lo decía mi abuela—. El viaje entre esta ciudad y los distintos puntos de la provincia de Jaén es más plausible al reducirse las distancias, o al menos los tiempos de viaje, disponiendo de más combinaciones de transporte, lo que facilitaría sus desplazamientos.
Existen fotografías realizadas por Raja en Huelma, Jimena, Cabra del Santo Cristo (donde Isidoro Lara en “La memoria en Sepia” apunta una posible e interesante relación con el maestro Arturo Cerdá y Rico), Baeza, Jódar (varias fotografías de temática religiosa recopiladas y datadas por el cronista Ildefonso Alcalá Moreno), Úbeda, Villacarrillo, Navas de San Juan y Santisteban del Puerto. El motivo por el que Ramón Raja empezó a trabajar en la provincia de Jaén lo desconocemos, pero planteamos dos causas como hipótesis plausibles:
- Podría ser que su trabajo principal como comerciante le trajera por estas tierras y con ello tuviese que trasladar también su actividad fotográfica (secundaria).
- O bien, si consideramos que la fotografía era su profesión principal, su traslado pudo deberse a la existencia de una mayor competencia en la zona de Berja, que, como casi todo el conjunto de la provincia de Almería, contaría con numerosos fotógrafos profesionales ya establecidos que prestaban sus servicios en una zona de influencia. Esto se podría explicar por la existencia de una mayor tradición fotográfica en la provincia de Almería, como se desprende de algunos trabajos consultados, y que se fundamentaría en distintos motivos socioeconómicos, como la existencia de una clase alta vinculada a las explotaciones mineras.
Creemos que sería en estos pueblos de Jaén donde Raja encontró una oportunidad, sin demasiada competencia, si acaso la de los minuteros; fotógrafos ambulantes que realizaban trabajos más asequibles, pero más improvisados y generalmente de menor calidad, que no contaban con un lugar de trabajo fijo. Raja, con un estudio profesional, con una presencia estable y conocida (aunque no permanente) y, sin duda, con mayores cualidades artísticas (a tenor de sus fotos y en comparación con las típicas de los minuteros), se abriría a una clientela necesitada de otro tipo de fotografía, menos improvisada y más trabajada. Así se puede apreciar en la obra que conocemos, compuesta fundamentalmente de retratos, pero también de fotografías de acontecimientos de la vida local.
Nótese que definimos a Raja como fotógrafo itinerante y no ambulante, para distinguirlo de los mencionados minuteros. Pensamos que, al igual que en Santisteban, dispondría de estudio en otros lugares de Jaén. Aunque todo apunta a que, con el tiempo, iría relegando unos sitios en favor de otros más atractivos o productivos.
Parece ser que su estudio en Santisteban fue adquiriendo más relevancia con el tiempo, posiblemente por la progresiva disminución de su actividad en otros lugares del entorno por el posible crecimiento de la competencia. Esta disminución de actividad sucedió acaso en Baeza y Villacarrillo, lugares donde hay fotografías de Raja muy probablemente de los primeros años de 1930.
Será en su estudio santistebeño, como se menciona en el libro “La Memoria en Sepia”, donde concentrará sus trabajos comarcales. Parece por tanto que Santisteban será un lugar destacado, cuando no el principal, en el que Raja desempeñará el grueso de su trabajo como fotógrafo durante su última etapa.
Fue en el año 1947 cuando, de manera inesperada, falleció Ramón Raja, con tan solo 62 años. Su muerte dejó un vacío difícil de llenar en nuestro pueblo, pues era muy esperada su visita, sobre todo entre los más jóvenes, que solían retratarse en su estudio, bien en solitario o en grupos de amigos, especialmente de amigas.
Tras él, tenemos constancia de un efímero estudio llamado “Foto Higueras” que abrió en Santisteban en la década de 1940, así como de algunos trabajos de la firma “Montejo”, establecidos en Villacarrillo. Y luego, nuestro archiconocido Antonio Navarrete, que tomó el testigo en la segunda mitad del S.XX, estableciéndose en Santisteban para cubrir ese hueco y esa necesidad que había en nuestro pueblo de retratos y fotografías. El resto ya es historia más o menos conocida.
Con la intención de poner en valor la obra de Ramón Raja, para su preservación y difusión, agradecemos todas las aportaciones que tengan que ver con su figura o sus trabajos, desde testimonios hasta imágenes de sus fotografías.
Agradecimientos
Quiero dar las gracias a Alicia López Morante, a Javier Chacón Romero y Magdalena Romero Sanjuán, a Rosa González Pasquau, así como también a Jacinto Mercado Pérez, por sus inestimables aportaciones y su siempre desinteresada colaboración. Sus fotos ilustran este pequeño trabajo. También al Excmo. Ayuntamiento de Santisteban del Puerto, en la persona de su Alcalde, Javier López Vela, por su invitación a participar en este anuario – libro de fiestas.
Obras consultadas
- Lara Martín-Portugués, I. (2001). La Memoria en Sepia. Historia de la Fotografía jiennense desde Los orígenes hasta 1920. Instituto de Estudios Giennenses.
- Diaz Gómez, D. (2018). Fotógrafos, Artistas y Empresarios: Una Historia de Los Retratistas Almerienses (1839-1939). EDUAL, Universidad de Almería.
- Fernández Bolea, E. (2019). Relatos fotográficos de Almería en el Siglo XIX. Luces en la Historia. Arráez Editores.