«Jaén, eterna cenicienta»

Las actualidad de este febrero nos trae de nuevo a un primer plano los agravios que sufre nuestra provincia de Jaén. Esta vez a cuenta del plan COLCE, pero la lista de atropellos es más extensa y por todos conocida.

Parece que Jaén cumpliera siempre su papel en un fatal destino, pues mirándonos en el espejo de nuestro pasado podemos encontrar numerosos testimonios de que esa dejadez para con con Jaén es algo secular.

Traemos, como simple muestra, un artículo publicado en el diario «La Provincia» (editado en Úbeda) en el número 2943, publicado de 18 de agosto de 1931.

A juicio de cada cual queda ver la analogía de los problemas del pasado —y también sus causas— con los actuales.

El diario La Provincia fue editado en Úbeda entre 1921 y 1936. Uno de sus facsímiles es propiedad de la familia Bellón Cazabán, y lo publica para su consulta la Asociación Cultural Ubetense «Alfredo Cazabán Laguna».

Artículo diario La Provincia, Úbeda, 18 de agosto de 1931
Artículo diario La Provincia, Úbeda, 18 de agosto de 1931

Jaén, eterna cenicienta

Ya llevamos bastantes días que vienen celebrándose sesiones en el Congreso.

En los diferentes debates hemos visto intervenir a numerosos diputados representantes de varias regiones españolas.

Catalanes, preocupados por su Estatuto; vascones, por sus fueros; valencianos, por los problemas que afectan a Levante; gallegos, queriendo imitar a Cataluña; extremeños, castellanos, asturianos, andaluces parcialmente, es decir los de alguna provincia… ¿y Jaén? ¿está en el Congreso o se queda a la puerta? ¿Qué hacen los diputados de esta provincia? ¿Acaso estudian algún magno problema y hasta que no lo lleven bien madurado no abren el pico?

Es que seguramente Jaén es Jauja; aquí no hay problemas, ni conflictos, ni nada que pueda preocuparnos; y luego nos quejaremos de lo bien que vivimos; ¡qué ingratos somos!

Mientras España entera se conmueve bajo la férula de convulsiones producidas por el actual estado de cosas, mientras ciento y miles de hombres claman por un bienestar quimérico y sus representantes gastan en las Cortes saliva y energías, nuestros diputados están en la reserva; en Jaén no ocurre nada; en Jaén no hay hambre, en Jaén sobra el trabajo; en Jaén no hay temor al paro porque todas las obras marchan adelante.

Una comisión de diputados de Jaén visita al Ministro del ramo para que continúen las obras del ferrocarril Baeza Utiel y como una esperanza remotísima el ministro les ha dicho, que no será fácil que puedan reanudarse hasta el próximo año; y se han quedado tan tranquilos y luego vendrán diciendo que el ministro tiene la culpa, que ellos hicieron cuanto estuvo de su parte por aliviar la situación, y asistirán a las reuniones de las comisiones respectivas y harán acto de presencia para justificar las dietas.

La mayoría de ellos han trasladado su residencia a Madrid, desde Jaén. ¡Es claro! Madrid, y con mil pesetillas todos los meses, no está mal; Jaén es muy chico, y aún nos parece que a algunos se les iba viendo el plumero… del deseo de moverse.

Y ahí queda esto.

¡Adiós, Jaén, que te quedas sin gente!

¡Adiós, Jaén, chínchate con tus conflictos y problemas y sigue siendo la eterna cenicienta, la de los seculares atrasos ¿qué importa tu ubérrima riqueza ni la nobleza de tus hijos?

Por esa misma nobleza y por un exceso de bondad te ves abandonado de aquellos que un día se dijeron hijos de Jaén y embaucaron a sus hombres con la falacia de sus promesas ¿dónde está tanta belleza?

Esperamos aún.

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